Cómo cuidar de un perro labrador
Cuando tienes una mascota, sea de la especie que sea, es importante conocer bien al animal. Sus necesidades básicas, personalidad, manías... es nuestro afán en Animateca facilitarte la labor para que tu animal de compañía esté siempre feliz a tu lado. Por eso hoy nos centramos en cómo cuidar a un perro labrador. Esta raza canina es una de la más fieles, inteligentes y adorables que existen. Así que no te supondrá mucho problema y te facilitará horas y horas de diversión y disfrute, tanto para el can como para tu propia familia si la tienes.
Es una animal muy enérgico
No olvides que estos animales tienen mucha energía. Es decir, que necesitan muchas horas de juego y ejercicio para que gasten toda esa potencia con que cuentan. No tendrás problemas, pues son perros a los que le gusta trabajar, así que si tienes tiempo libre o eres deportista, un labrador será muy feliz a tu lado. Además, se adaptan muy bien a todo tipo de climas. Pero si eres sedentario, mejor opta por otras razas.
Educa a tu perro labrador
Es importante que eduques bien a tu perro labrador. Juegos como el traer la pelota son excelentes, pues son grandes cazadores. Estas actividades les ayudan a hacer ejercicios, se divierten, gastan energía y les permite sacar su instinto cazador. Además, podrán traerte cosas y aprenderán cuanto necesites, especialmente en su etapa joven. Son canes ideales como guardianes, detectores, como guías, para estar con niños, en terapias… pero siempre con la educación adecuada. Interiorizarán toda clases de trucos, pues son listos y dóciles, y disfrutan aprendiendo.
Mejor evitar peleas
Los gritos y las peleas no son bien toleradas por el labrador. En este caso, son perros muy fieles que podrán actuar. O en el peor de los supuestos, ante la violencia repetida, acabarán por no hacer caso de tus órdenes. Así que es necesario crear un clima de paciencia y tranquilidad para él.
Son muy traviesos
Has de tener cuidado con el comportamiento del labrador, especialmente cuando es cachorro. Son animales traviesos propensos a los líos. Así pues, sé paciente y actúa en consecuencia, con seguridad y calma si sucede algo inoportuno. Has de tener siempre la actitud adecuada.
El labrador es muy comilón
A los perros les encanta comer, y al labrador especialmente. Pocas razas son tal glotonas como esta. No obstante, no le des todo cuanto pida, has de controlar las raciones. De lo contrario, estará todo el día alimentándose, y eso podría suponer problemas de sobrepeso, entre otras afecciones.
Es mejor que viva en grandes espacios
El labrador, aunque se adapta a todo tipo de situaciones, es mejor que viva en grandes espacios. Es un perro muy activo y enérgico, por lo que puede estar corriendo buena parte del día. Aun así, si el sitio es pequeño, asegúrate de que sale a diario varias veces y hace ejercicio en cada paseo.
Requiere mucha atención
Un perro labrador es un animal que demanda constante atención. Son canes muy cariñosos y necesitan sentirse muy queridos. Así pues, son ideales para familias bien avenidas, aunque llenarán de amor cualquier hogar, especialmente si eres una persona solitaria o mayor.
Visita el veterinario
Como todos los perros, el labrador requiere de no menos de una visita anual al veterinario para que se asegure de que todo está correcto. Ponle el chip y comprueba el calendario de vacunas para que tu animal esté con una salud de hierro.
De esta forma controlas enfermedades clásicas de la raza como la displasia de cadera. Además, recuerda bañarlo al menos una vez al mes y peinar su pelo un par de días a la semana para asegurarte de que luce bello y brillante.
Conclusión
El perro labrador es uno de los más fieles, juguetones, inteligentes y enérgicos que existen. Se adapta a todo tipo de circunstancias y siempre está de buen humor. Si decides convivir con uno, será una sabia elección de la que no te arrepentirás jamás.